Recuerdos...



Recuerdo como si fuera hoy, decirme te quiero!, siempre lo hice, tu nunca permitiste que lo dijera, lo hice desde el principio, perdona, pero tu también tienes la culpa, que rabia escucharlo después de mucho, ya a pasado mucho desde esas tímidas palabras de un hombre completamente ebrio, al que esperaba su novia, 5 puertas mas aya, la que moría de celos con un vientre muy abultado, te pedí que no, que regresaras con ella como siempre, moría por dentro, pero no era justo, para quien es la pregunta?. Te negabas a dejar el lugar solo querías un cómplice, para tu escape, el momento lo ameritaba, no es que nunca te creyera lo que me decías en ese momento solo quería alejarte tanto como fuera posible, tonta si vivía a casas, de mi segundo hogar, con ella como tu pareja, nunca hablamos de lo que sentías por ella, hasta ese día cuando me culpaste por tus malas decisiones, hiciste que recordara mientras me hablabas, lo loco de todo, cada vez que te quedabas conmigo y ella esperaba en el otro pasaje, todas las locuras y todo lo que podía pasar aun, éramos solo los dos, creyendo que nadie mas había en ese lugar, imposible que alguien interrumpiera, me besabas, mordías y hasta pataletas eran el resultado de mi negativa, rompiste mi boca de una mordida, dolió mucho, mas dolía, algo dentro del pecho, que me decía que debía alejarme que eso debía ser lo ultimo, nada mas, me repetía, pensando en ella y el eco de tú voz en mi mente solo se aferraba a esa palabra, ( te quiero), pasaron las horas entre besos furtivos, y reproches. Recuerdo decir nadie te obligo, te atrapo te lo dije, la odiaba por que llevaba tu hijo allí en su vientre, solo quedaba desearte suerte, en aquello que un día pensamos para nosotros, que casi nos robo unas lágrimas... como yo decía cuando lo creí, si es un bebe, ese hijo seria mió, lo amaría por que resultaba fruto de lo mas intenso que había vivido en la vida. Pero no fue así. Logre que reaccionaras recordándotelo, dije piensa en él, tratabas de convencerte que solo la ayudarías, no te creí, mentías seguro, con sus ocho meses no la dejarías de un día a otro, seguías culpándome por abandonarte, que cobarde as sido, solo no podía seguir a tu lado recibiendo las sobras de lo que ella dejaba, que me buscaras solo como a tu juguete preferido, en realidad eso es lo que siempre ha sido, solo un juego. El mejor juego que he jugado, el más difícil e imposible dejar de jugar, porque, te metiste en mis venas, mi piel te reclama ahora como ese día también lo hacia, disimulábamos la discusión con alguna que otra risa fingida. Tenias ganas de llorar lo vi en tus ojos, que brillando lo decían, el momento mas feliz de tu vida, no lo era todo. O pedías mucho, querías todo y nada a la vez, sin decirlo pedías que fuera tu esclava, que siguiera ahí dispuesta, a la espera, imposible, por que mi mente solo escuchaba es de otra, le pertenece, solo fue sexo, nunca lo he querido, nunca lo he extrañado, solo quería que regresara a su vida, se lo recordaba a cada rato, te lo recordaba mientras insistías.
Después de mucho, no he vuelto a escuchar lo que ese día, dijo, (TE QUIERO) pero escuche hace muy poco, un ¡Que pasa si digo!......

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